miércoles, octubre 24, 2012

Pero hay un perro atrás...

Llegan por mi, media hora más tarde de lo acordado pero en fín, la puntualidad mexicana no es la misma que la inglesa. En la parte delantera del vehículo maneja mi cliente Menganito de Años, una de sus hijas -con el cel phone en mano para no variar- a quien llamaré Fulanita alias la nena, para no quemar.

-Súbete- A la parte trasera del coche obviamente, me indica Menganito.

- Pero hay un perro atrás.

-Si, es de la nena- Me explica Menganito mientras Fulanita acaricia al can y éste le salpica los cachetes con la lengua.

-Pero hay un perro atrás- Vuelvo a referirles.

-No muerde- Asiente Fulanita alias la "nena" a quien no describo porque mi narración trata sobre su mascota, no sobre la obesidad mórbida de la dueña.

-Me van a disculpar pero mejor los alcanzo allá en su casa- Volví a insistirles a ámbos, mientras el gesto de disgusto de Fulanita alias la nena era más que obvio y evidente.

Captando la situación ella abre la puerta y se va con el perro. (a la parte de atrás). Menganito de Años me hace el ademán de que me suba al automóvil.

-Pero hay un perro atrás-  Vuelvo a referirles.

Menganito con risa forzada hace un gesto de desaprobación y le dice a su nena que la tiene que ir a dejar y regresar por mi. La nena más que molesta le responde que no quiere que yo arregle su computadora.

-No hicimos nada-

-Ok no hay problema-

Perdí un cliente, pero no el respeto a mi mismo. El dar por hecho de que todos tenemos los mismos gustos, aficiones y amor por los perros es un grave error. Me encantan pero soy alérgico al pelo que desprenden, a los cientos de ácaros, bacterias y otros bichos parasitarios que albergan y que afectan la salud del resto de los que como yo son humanos.

Y el perro se fué como llegó, sentado en la parte de atrás.



It's glad to be myself xD

No hay comentarios.:

Have fun :P

Búsqueda personalizada

Twitter